top of page
Catalina Arzani

Patricia de Gabriel. Gabriel de Tucumán


Lucas tiene un primo que se llama Pedro. Pedro es docente, está de paro.

Lucas se entera del paro cuando mira la multitud de gente por la ventana del bondi a la altura de la Avenida de Mayo y la 9 de Julio. Para hacerlo limpia el vidrio empañado del calor humano con su buzo de plush -la parte del antebrazo- mientras sostiene fuerte del puño con sus dedos.

Patricia es una obra de Gabriel Chaile que forma parte de los proyectos especiales que hace el MAMBA en una de las salas del primer piso. Gabriel es de Tucumán. Tucumán es de Argentina.

Patricia es retacona pero llega hasta el techo. Surcada por la sequedad del adobe, redonda, consistente, tiene el cuerpo de color barro, del mestizaje. Adentro es abierta y vacía, tiene piso de ladrillo. Y tiene una forma de vasija, es un objeto arqueológico personal y divino de Gabriel Chaile.

Lucas ve a Patricia de cada ángulo. Su contextura y fisonomía le recuerdan a un Pokemón, sus dibujos preferidos cuando era adolescente. Esos seres amigables y disciplinados que eran como un tipo de mascotas con superpoderes que salían de la pokebola para luchar contra sus oponentes.

Patricia lleva los ojos achinados de sus ancestros, del ritual que practica y de la meditación. Arriba de su cara tiene una exagerada nariz. Lucas descubre que en realidad la nariz es un falo. Al estar más en contacto con narices que con falos piensa primero en el órgano del olfato.

Lucas escucha unos golpes suaves pero constantes que salen del fondo de la sala, por lo que pregunta al chico que ve ahí sentado (y a la vez lo interrumpe de sus anotaciones y de su estructurado sweater y camisa combinados a la perfección cual abogado de estudio) si el volumen es siempre tan bajo y si el sonido es siempre el mismo. El chico primero asiente. Después se corrige y aclara que también hay una playlist muy corta y que apenas termina vuelven las palpitaciones “y si ves allá arriba, arriba de donde viene el sonido, el agua del vaso se mueve en cada latir, por eso está ahí” agrega. Lucas ve una puntita del vaso, no llega a verlo del todo por sus piernas cortas y peludas, entonces lo filma con los brazos bien arriba. Todo lo que ve lo hace mejor con el zoom del celular, para acercarse a cada detalle, y para tener material con el cual desaburrirse en su trabajo.

Lucas es editor de avisos fúnebres en un diario de tirada nacional establecido en Tucumán. Tucumán de Argentina.

Patricia tiene tetas. Muchas y grandes. Estas son fáciles de identificar para Lucas porque ve las suyas cada día a cada momento. Le obsesionan. A diferencia de las de Lucas, las tetas de Patricia culminan en huevos donde irían los pezones. Son huevos de gallina, de la ofrenda y del sincretismo: creación-deidad-teta-comida-tierra-superpoderes.

Lucas sale del museo directo a la línea C del subte. Con la red BA Wifi que engancha en cada estación decide escribirle a Pedro un whatsapp: “primo mucha fuerza!! contá con nosotros en esta lucha! un abrazo grande de Patricia y mío”.

RECENT POST
bottom of page